Hace años visité el Líbano con motivo
de un encuentro internacional de periodistas de turismo. Allí conocí al
cardenal cristiano maronita Nasrallah Boutros Sfeir, que acaba de fallecer según
me informa mi amiga libanesa Amale Ghorra y ya lo ha hecho oficial El Vaticano.
El cardenal Sfeir fue el patriarca de Antioquía de los Maronitas, de 1986 a
2011, y fue toda una institución en este país del Oriente Medio, cuyo jefe de
Estado ha de ser de esta religión, como el jefe del gobierno ha de ser musulmán.
El día 15 de mayo hubiera cumplido 99 años, y fue elegido cardenal en 1994 por
San Juan Pablo II como 76º Patriarca de Antioquía.
Para entendernos, en Líbano no hay partidos políticos,
sino hasta 19 religiones distintas que conforman el Parlamento, de ahí la
importancia de este cardenal. Recuerdo que cuando fuimos a verle en visita oficial
el grupo de periodistas internacionales nos recibió muy afectuosamente.
Quiero recordar que en su sede oficial había un museo religioso
y me hice una foto con una estatua del hoy San Juan Pablo II, que no sé por dónde
andará ahora, salvo que esté en mi colección de diapositivas del Líbano, archivadas
en una enorme carpeta.
Mi amiga Amale me ha enviado esta foto con el hoy
fallecido cardenal Sfei, acompañado de varias personas amigas. El cardenal esta
entre Amale Ghorra y un servidor, allá por el año 2000.
Con el tiempo, fuimos al valle de la Bekaa, donde
vimos una preciosa ciudad romana de Baalbek, del que guardo como recuerdo un
precioso jabón en forma de templo, y en ese mismo valle un madrileño, Gabriel Rivero,
era el enólogo que cuidaba las viñas del lugar, propiedad de otro señor de la
guerra civil libanesa de los años 70.
2 comentarios:
Sin duda, los viajes y conocer mundo, te despiertan la mente a la tolerancia y a la comprensión de los demás.
Y pensar que hay naciones gobernadas por religiosos y sacerdotes...
Es muy interesante hacer cosas por los más y tú querido Cronista y periodista las haces dándonos tus crónicas y escritos con los cuáles yo, al menos, me siento viajero.
Gracias Paco.
Un abrazo
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