31 de octubre de 2008.
Tras una amplia y documentada rueda de prensa del ministro de Turismo de Grecia, donde informó que el país había caído en sus cifras de turistas un 1,8 %, similar a la de sus competidores europeos, el periodista aprovechó el buen tiempo y salio cerca del recinto ferial para conocer el interesante museo arqueológico.
Este recinto cultural alberga los restos de la cultura de la provincia de Macedonia y una exhibición extraordinaria sobre lo qué supuso y significó Alejandro Magno. Enfrente, en el malecón, o paseo marítimo, se halla la estatua de este ilustre guerrero, un ejemplo de lo que fue el imperio griego, desde la India y todo el Mediterráneo oriental.
El paseo continuó por el animado paseo y tras cruzar la Torre Blanca, verdadero símbolo de Tesalónica, se llega al mismo centro de la ciudad, la Plaza de Aristóteles, con sus animados cafés, como el Nouveau, donde nada más llegar te ponen una botella de agua, gratuita. Claro que una cerveza en este privilegiado lugar sale por sólo 6 euros. La verdad es que merece la pena. Allí mismo el pensador Aristóteles, con sus dedos de los pies amarillos por ser tocados por la jóvenes y paseantes que desean, en un alarde de inconsciencia, tener su misma inteligencia. ¡Algo se pegará!
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